miércoles, 19 de febrero de 2014

Brasil 2 Argentina 1



- Segunda Ronda - Grupo A
- Domingo 30 de junio de 1974
- Hora de comienzo: 16:00
- Estadio: Niedersachsenstadion - Hannover
- Árbitro: Vital Loraux (Bélgica)
- Árbitro asistente 1: J. Keith Taylor (Inglaterra)
- Árbitro asistente 2: N'Diaye (Senegal)
- Condiciones del campo de juego: Buenas
- Espectadores: 38.000


Brasil
Argentina
1. Leao
1. Daniel Carnevali
4. Ze María
9. Rubén Glaría
2. Luiz Pereira
5. Angel Bargas
6. Mario Marinho
10. Ramón Heredia
3. Francisco Marinho
16. Francisco Sá
11. Paulo César Lima
6. Miguel Brindisi
17. Paulo C. Carpegiani
17. Carlos Squeo
10. Roberto Rivelino
3. Carlos Babington
7. Jairzinho
4. Agustín Balbuena
13. Valdomiro
2. Rubén Ayala
21.Dirceu
13. Mario Kempes
DT: Mario Jorge Zagallo
DT: Vladislao Cap

- Goles:
               PT:   31’ Rivelino (1-0) y 35’ Brindisi (1-1).
               ST:    3’ Jairzinho (2-1).

- Cambios: 
                   Argentina: 45’ Carrascosa por Sá y Houseman X  por Kempes.
                    Brasil: No realizó cambios.                             
                    
- Amonestados: Houseman.                     
- Expulsiones: -                  
- Otras incidencias: -





Resumen



Partido completo



Argentina: Bargas, Glaría, Sá, Brindisi, Ayala y Carnevali (arriba).
Balbuena, Kempes, Babington, Squeo y Heredia (Abajo)



Otro momento de la formación argentina. El de 1974 fue el primer partido en que 
se enfrentaron las dos selecciones sudamericanas en un Mundial


Plantel de Brasil : Un equipo que estuvo lejos del brillante campeón en México 70.  Sin embargo, como siempre ocurre
 con el "scracht", tenía muy buenos valores: Leao,  Luiz Pereira, Francisco Marinho, Rivelino y Jairzinho, por ejemplo.
(www.v.brazil.com)


Miguel Angel Brindisi -en la imagen, perseguido por Dirceu- cumplió en este encuentro su mejor actuación en la Copa.
(www.soccermond.com)


 
Mario Alberto Kempes hizo en Alemania Federal su primera experiencia 
mundialista, pero todavía estaba lejos del demoledor delantero de Argentina 78. 
(fotosportsinternational y El Gráfico)



Chau, Mundial...
"Uno no creía mucho, pero igual duele"
Por Osvaldo Ardizzone
El Gráfico número 2856 - 2/07/1974


"Recién llegué del estadio. Ahora, la habitación del hotel, la máquina y yo. Es simple el análisis. Argentina perdió porque, bueno, porque... Argentina se despide del Mundial porque, bueno, porque... Y la verdad es que no escribiría nada. Porque está bien analizar, extraer conclusiones, buscar responsables. A mí ahora, en este momento, eso me importa muy poco... Por eso no siento ganas de escuchar conceptos, de refrescar situaciones, de registrar el minuto cuando Balbuena o cuando Kempes pierden el gol. Porque hace cuatro días la derrota con Holanda no me dejó ninguna pena. Hace cuatro días admití el fracaso argentino como quien conoce el diagnóstico fatal sobre la vida de la persona que más quiere. Yo ya descontaba antes de viajar a Helsenkirchen que Argentina no podía salvarse. Que antes que el resultado preocupaban la cantidad de goles que se iban a padecer. Porque Holanda era el equipo que habíamos visto frente a Uruguay, que había pisado a Uruguay. Que nos piso a nosotros con el estruendo del gran fracaso. Pero, no dolió. Porque conocíamos nuestras posibilidades. Porque admirábamos todo lo que Holanda nos había dejado en el ánimo. Nosotros no le podíamos ganar a los holandeses. Pero, ¿a los brasileños? Sí, a los brasileños era una parada parda. Eran cartas iguales. Porque no estaban los de la fiesta mexicana. Porque no tenían gol. Porque no tienen gol, tal como ahora lo volví a comprobar.


BRASIL FUE EL ADIÓS DEFINITIVO

Por eso esta vez es pena. Porque Brasil, este Brasil, no es ni fue mejor que nosotros. Este Brasil que piensa más en defenderse que en atacar. Que dispone más volantes de achique que de desenganche. Con Rivelino metido adentro, sin juntarse con Jairzinho, con un puntero izquierdo mentiroso, como Dirceu, que trabajó corriendo gente atrás, más que en la raya. Con un puntero derecho, como Valdomiro, que nunca metió un desborde o una diagonal. Con el otro Pablo Cesar que nunca pisó 'las 18' argentinas. ¿Cúal era la ofensiva brasileña? Jairzinho, este otro Jairzinho, obligado a trabajar solitario contra la marca arriba de Bargas y 'la escoba' de Heredia. Este Brasil que crea más fútbol con los arranques del rubio Marinho por la raya. O el armado que fabrica el negro Luiz Pereira cuando ale con la pelota dominada y se recorre el campo de un área a la otra para ir a buscar la pared que nunca le devuelven... ¿Cúal es el fundamento de este Brasil que ya está en Munich? Este Brasil que nos escribió el réquiem en un partido discreto, discretísimo en riqueza ofensiva. En la calidad de Luiz Pereira, en los piques del Marinho rubio, en el trabajo físico de Pablo Cesar Carpegiani que trabó, robó, quitó, revoloteando todo el medio juego con el lomo metido adentro y la colaboración de ese Dirceu, que nunca fue puntero. Y este Brasil no fue nunca superior a nuestro equipo.

Pero sí fue más solido en su convicción. En la mecánica. En ese oficio para meter los volantes adentro junto con Dirceu y achicando los espacios de maniobra. No fue el Brasil ganador ni fabricante de situaciones. No metieron un solo desborde, fuera de los que intentó el marcados de punta Marinho, que tampoco se consumaron. Argentina, con la recuperación de Miguel Brindisi y la calidad de Babington en la pausa y en el toque, con el buen trabajo de Squeo, llegó a jugar casi veinte minutos de la primera parte con buena circulación de pelota hasta los tres cuartos de cancha. Pero falta que el fútbol se prolongue porque a partir de ahí el toque que pretende Babington se desvanece. Porque Ayala seguirá siendo el gran individualista. El hombre que conseguirá el gran gol cuando prospere en un pique. Que una vez está en la raya izquierda y otra vez por el medio. Y siempre con el mismo ritmo de marcha. Como yo lo pensaba, a nuestro equipo se le presenta un partido favorable, donde las posibilidades estaban divididas. Y en esos veinte minutos pudimos marcar. Es que en este Mundial los árbitros para sancionar un penal necesitan el certificado de defunción del damnificado... Sobre el minuto 22 a Babington le cometen un penal visible desde los cuatros costados. Marinho, el cuevero, le engancha la pierna de apoyo cuando se disponía a sacar el zurdazo. Y no es penal para el señor Loraux. Aquí no es penal nunca.

Después llega el gol de Brasil. Rivelino se encuentra con el final de una pared, tal vez de la única, que le sirve Paulo César. Y fue zurda de Rivelino desde la medialuna. Me pareció que Carnevali fue a la pelota a destiempo. Pero, al cabo, fue lo mismo gol, que no había tenido mucho preámbulo en el juego de Brasil.
Pero los goles que malogramos...
Y en seguida se empata. Se empata con ese gol que estaba en el trámite. Un golazo de tiro libre por Brindisi. Después de ganarle a una barrera de siete hombres. Porque Zagalo ordena siete hombres para que el arquero Leao vaya a la pelota sin verla...



Roberto Rivelino -aquí seguido por Babington, Brindisi y Kempes 
y en la siguiente foto luchando con Mario- se destacó en Brasil (copadomundo.uol.com.br)


(ocampodossonhos.blogspot.com.ar)


Precisamente el gran volante brasileño fue el autor del primer gol de su equipo
 con un potente disparo desde afuera del área (El Gráfico)


Empate de Argentina: Miguel Angel Brindisi ya remató con gran maestría y la pelota viaja a la red...





Leao no llega y se concreta el golazo... (hhtpar.deportes.yahoo.com)


Y podemos desequilibrar. Porque esto no es Holanda. Lo de Holanda no fue bronca ni pena. Hasta terminé aplaudiendo a un equipo que nos pasó por arriba. Pero aquí Brindisi lo deja solo a Balbuena con el arquero y  Mencho duda ante la salida de Leao, tal vez porque en el final de la diagonal se creyó en posición adelantada. Y aquí un tiro libre de Babington localiza la cabeza de Kempes a tres metros de Leao. En absoluta libertad. Sin dividir la posibilidad del cabezazo.
Carlitos la puso para él. Para que le ponga la frente, el parietal, o la nuca, o el maxilar... Pero la pelota debe haberse encontrado con la oreja del cordobés. Porque salió una masita. Porque no salió nada. Porque blanda, casi desvanecida, se fue afuera... Do situaciones claras que habían superado a toda la organización defensiva de los brasileños. Yo ya me desafilié de esa institución de la mala suerte. No marcamos porque falta precisión en la pegada. Falta la serenidad para definir. Con Holanda no habíamos llegado nunca. Con Holanda no podíamos marcar. Estábamos incomunicados, pero aquí fueron dos situaciones sucesivas y, cuando vuelven para los segundos cuarenta y cinco, Ze María le roba una pelota a Babington, se va al fondo, saca el centro y Jairzinho la encuentra en el segundo palo y la empuja al gol con un cabezazo. Es el final de una trayectoria que tal vez Carnevali pudo haber interrumpido jugándose en el corte. Tres minutos de los últimos cuarenta y cinco. Y otra vez en desventaja. Y ya nos perdemos en la cancha. Brindisi no se encuentra con la pelota como enla primera parte. Solamente Carlos Babington es el jugador que puede construir. Entro Houseman por Kempes, pero René no se junta con la pelota. No pudo fabricar un solo desconcierto. Ya nos vamos al ataque, pero no creamos. No hay nada claro.

Solo hay que mirar a Carlos Babington, a ese gran jugador de este Mundial que se llama Carlos Babington... Pero no hay desborde. No podemos ganarle a los brasileños que están en el fondo. Ni a ese otro gran jugador que es Luiz Pereira, ni a Zé María, ni a Marinho rubio. Allí adelante están siempre achicando. Cada vez más. Achicando Rivelino, Pulo César, el Dirceu de Porto Alegre... Hay que esperarlo todo del talento de Babington. Que la zurda le ponga esa pelota que Ayala desequilibra con el único error de Luiz Pereira y la pelota se va por arriba.. Y otra vez la zurda de Carlos que la pone para que la izquierda del Mencho Balbuena vuelva a equivocarse a cinco metros de Leao y en la mejor jugada protagonizada por los argentinos en todo el segundo tiempo... Para que un italiano comente a mis espaldas que nuestros jugadores 'saben jugar en un pañuelo'. Pero, después, nada. Después, el final de otra 'masita' que se va para la bandera del otro palo y que no alcanza ni a salir afuera. Y así va llegando el final... Así ya están resonando los parches morenos con repiqueteo que para nosotros suena a despedida.


Paulo César disputa la pelota con Babington ante la mirada de 
Houseman. Más atrás, Squeo y Bargas (archivofootball.com)


Escapa Jairzinho, la otra gloria sobreviviente de México... (paphotos.cp.uk)


...y remata ante los defensores Heredia y Glaría (www.spox.com)


Nuevamente Jairzinho en la escena: De cabeza marca el gol decisivo (DPA Press Association Images)


(Corbis Images)


¿Es gran equipo este Brasil que nos elimina? No... Y por eso es la pena y por eso es la bronca. Ya sé que pagamos tributo a todos los vaivenes en busca de estilo definido. A los cambios de hombres. A los cambios de planteo, a la incorporación de líbero, a supresión de líbero, a los dos, a los cuatro volantes, a los tres, a los dos puntas de lanza, a los cuatro delanteros netos, a la raya sin punteros, a la raya con punteros, a Yazalde con Ayala, a Ayala, Yazalde y Kempes, juntos. A creer en Houseman, a no creer en Houseman. A Bargas como volante delante de la línea de cuatro. A Bargas como cuevero. A Heredia como volante. A Heredia como líbero. A Heredia como cuevero. A Pancho Sá como marcador de punta hasta hoy, hasta los primeros cuarenta y cinco de hoy. A Carrascosa en los últimos cuarenta y cinco de hoy. A Mencho Balbuena como volante. A Mencho como puntero. A Squeo como volante de marca. A Squeo como último volante, y sé que pagamos tributo a cien improvisaciones fecundadas de miedo, de dudas, de vacilaciones, de marchas y contramarchas, de idas y vueltas. Ya sé de los descontentos, de los que cree, de los que no creen. Del hombre a hombre. Del hombre en zona... Ya sé que esta última quimera Argentina, de esta parada jugada casi 'a la marchanta', porque estamos construídos 'a la marchanta'. En el sistema, en las precisiones, en las precauciones. Porque esté equipo se edificó en el desconocimiento, en la aventura de designaciones, que ya empezaron en nuestro país, que después hasta exigieron embarque de último momento, expulsados de último momento.

Ya sé que este equipo se construyó aquí, en Europa -si la palabra construir puede utilizarse-, pero sin decidirnos en lo que queríamos, en un clima de descreimiento que nace tanto en el cuerpo técnico como en los dirigidos... Porque hoy, en medio de la zozobra, después de los cuatro goles de Holanda, volvimos a elaborar otro equipo, con otros hombres, otro planteo, otra idea. Ya sé todo eso, ya sabía de antes que este equipo -a despecho de la fugaz alegría de la clasificación- no permitía ni siquiera pensar en Munich, pero hoy estábamos cerca, bien cerca, casi tocando el sueño, aún en medio de la pobreza. Hoy estaba enfrente este Brasil, que nada tiene que ver con la última historia. Por eso la bronca, por eso es la pena, que no sentí contra Holanda." 



 Argentina tuvo sus oportunidades, pero no supo concretarlas. El empate era un resultado alcanzable (Soccermonde)



 Piernas levantadas: Luiz Pereira, Babington y Ze María (www.corbisimages.com)


 Un encuentro discreto y luchado: Brindisi, Jairzinho, Squeo, Luiz Pereira y Glaría (www.blogdobarath.com.ar)


Final: Jairzinho se retira luego de intercambiar 
su camiseta con Angel Bargas (Footballarchive)



Síntesis (El Gráfico)

"Sólo alcanzó con algunos pasajes del primer tiempo con buen ritmo y maniobras de técnica por parte de los dos equipos, que fue también cuando mejor anduvo Argentina. Brasil no fue superior en el trámite pero mantuvo un mejor ordenamiento defensivo porque, justamente, es ése el atributo principal de este Brasil. El triunfo no esclarece nada, porque pudo finalizar en empate lo mismo que en victoria argentina que, en función de situaciones creadas, dispuso de más posibilidad de llegar al gol. Brasil, en esta 'pobreza' de personalidades, al menos denunció estar más convencido de lo que buscaba."


Brasil
Argentina
Leao   (6)
Daniel Carnevali   (5)
Ze María   (7)
Rubén Glaría (4)
Luiz Pereira   (8)
Angel Bargas   (7)
Mario Marinho   (5)
Ramón Heredia   (6)
Francisco Marinho   (8)
Francisco Sá   (5)
Paulo César Lima   (5)
Miguel Brindisi   (7)
Paulo C. Carpegiani   (7)
Carlos Squeo   (6)
Roberto Rivelino   (6)
Carlos Babington   (6)
Jairzinho   (7)
Agustín Balbuena   (4)
Valdomiro  (4)
Rubén Ayala   (5)
Dirceu
Mario Kempes   (4)
----------
Jorge Carrascosa   (5)
----------
René Houseman   (4)

                                                      Figura del encuentro: Luiz Pereira 
                                                           Calificación del partido: Discreto
                                                                        Árbitro: Mal
                                                                                             Fuente: El Gráfico




7 comentarios:

  1. Vi este partido en youtube y me sorprendió más lo que habia caido el nivel de la selección brasilera en comparación con los ganadores del '70, que lo pobre del armado del equipo argentino.Creo que esto ultimo era más esperable, porque lei que la preparacion de la selección nuestra en Bs As fue un caos, y hubo un par de figuras que estaban lesionadas. Pero la calidad de Jairzinho habia bajado mucho! Se va a notar mas en el partido contra Holanda 0-2

    Agustin

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    1. Supongo que las ausencias de Pelé, Tostao y Gerson fueron demasiado importantes para el funcionamiento de este equipo, que de todas maneras era bastante bueno en figuras, pero pobre en propuesta. Así y todo le alcanzó para clasificar cuarto. Más no se podía esperar, teniendo en cuenta el poderío de alemanes, holandeses y polacos.
      Argentina tenía excelentes jugadores y además no se convocó a Bochini y Bertoni. Pero nuestro gran déficit estaba en el poco interés por apoyar a la selección, una preparación física y táctica inadecuada e incluso el poco conocimiento entre sí de algunos seleccionados. No podía esperarse otro resultado. Una lástima. Saludos!

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  2. Siempre me llamó la atención esto que vos decis en el caso argentino. Por qué hasta que no fuimos sede del mundial 78 pareciera que el país ignoró los mundiales previos? Lo unico previo a 1978 que tenemos es la anécdota de Rattin (siempre insistiendo en que eramos candidatos seguros a esa copa, cosa que yo dudo) y dos pasos tristes por los mundiales previos. Despues, la final de 1930, ahi en la epoca cretácica.

    Que cambió después de 1978? Solo por ganar una copa, ahi la Argentina pasó a estar pendiente de los mundiales? Por la aparición de Maradona? Por la venta de jugadores a Europa?

    Agustin

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    1. Hola, Agustín: Entre 1934 y 1974 el desinterés por preparar adecuadamente una selección para un Mundial era evidente. Priorizar el torneo local (no cediendo jugadores), la creencia de ser los mejores sin demostrarlo o simplemente estar atrasados en cuanto a preparación física y táctica, además de la poca competencia internacional con equipos europeos. Pero para 1978 la presión de jugar en nuestro país, los consabidos intereses políticos y la idea de Menotti de darle la prioridad a la selección marcaron el cambio. Después, claro, la vara se puso más alta, más aún con la llegada de Maradona y otro Mundial ganado. En fin, todo esto muestra un poco nuestra idiosincracia: Creernos los mejores, darnos un golpe contra la pared, pasar a sentirnos de segunda y, tras los triunfos, volver a exigir no menos de una semifinal. Somos así... Hoy en día sería mejor tomar conciencia de que estamos entre los mejores (siempre lo estuvimos, en realidad), pero que no somos los mejores por encima de todos los demás. Confianza en nuestras fuerzas y humildad al mismo tiempo. ¿Difícil, no?

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    2. Habría que agregar que esa presión por parte de periodistas, dirigentes e hinchas para que cualquier logro por debajo de una semifinal sea considerado un fracaso o una decepción también es muy negativo. Los jugadores no pueden rendir al máximo y los técnicos una vez que termina el Mundial quieren tomarse dos años de vacaciones... Saludos!

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    3. A veces pienso que buena parte de esa mezcla de exigencia, agrande, quizas un poco de "falta de hambre" de los jugadores argentinos (existe eso?) nos condicionó fuerte desde siempre. En el 82 ni con Maradona y Ramon juntos alcanzó para pelearle a los tanos campeones y al equipazo dorado brasilero. En el 94 el golpe al Diego derrumbó al equipo entero, en el 98 nos comimos un gol en el minuto casi final... en el 2002 la sobre exigencia detonó al equipo, en el 2006 los penales fatales y en el 2010 la humillación. Bah, hago esta lista y creo que dentro de poco todos esos relatos van a aparecer en tu blog!

      Un saludo
      Agustin

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    4. Trataré de ir subiendo el resto de los partidos, todavía faltan más de la mitad... Y espero que los datos y las notas periodísticas variadas logren que cada cual se forme su opinión, que sería lo ideal. Mi "trabajo" es recopilar, investigar un poquito, pero después soy un hincha como todos. Saludos!

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