Andrés Poggio (Pelota de trapo) y Enrique Santos Discépolo (El Hincha)
La pasión por el fútbol se manifiesta en otros ámbitos de la época como, por ejemplo, el cine. Dos de las películas que se estrenaron entre fines de los 40 y principios de los 50 fueron Pelota de trapo (1948) y El Hincha (1951).
Si bien las mismas no tienen como tema la participación argentina en los Mundiales, son una muy buena manera de acceder a cómo se vivía y se sentía en esos años el fútbol, y a su su importancia social y cultural.
Pelota de trapo
Dirigida por Leopoldo Torres Ríos, cuenta con las actuaciones de Armando Bo y Andrés Poggio. Destacadas personalidades del fútbol profesional hacen su aporte: Guillermo Stábile (DT), Vicente de la Mata, Tucho Méndez, José Marante y Llamil Simes (entre otros), y los periddistas Fioravanti y Enzo Ardigó.
El guion de la película se inspiró en textos del periodista deportivo Borocotó, Ricardo Lorenzo, nacido en el Uruguay y que era la auténtica estrella de la redacción de El Gráfico. Un niño apodado Comeuñas, perteneciente a una familia de clase obrera, tiene el sueño de ser "crack" de fútbol. Con sus amigos del barrio y una pelota de trapo crean un equipo modesto, al que llaman Sacachispas. El sueño de estos chicos es poder comprar una pelota de cuero, de las de verdad. Ya de grande el niño se convierte realmente en una estrella del fútbol, pero mientras juega en primera división, defendiendo los colores de un club importante y con aspiraciones de campeón, sufre una serie de desmayos; el médico de la institución le descubre una enfermedad cardíaca que puede resultarle fatal si no abandona la práctica del fútbol. (1)
El guion de la película se inspiró en textos del periodista deportivo Borocotó, Ricardo Lorenzo, nacido en el Uruguay y que era la auténtica estrella de la redacción de El Gráfico. Un niño apodado Comeuñas, perteneciente a una familia de clase obrera, tiene el sueño de ser "crack" de fútbol. Con sus amigos del barrio y una pelota de trapo crean un equipo modesto, al que llaman Sacachispas. El sueño de estos chicos es poder comprar una pelota de cuero, de las de verdad. Ya de grande el niño se convierte realmente en una estrella del fútbol, pero mientras juega en primera división, defendiendo los colores de un club importante y con aspiraciones de campeón, sufre una serie de desmayos; el médico de la institución le descubre una enfermedad cardíaca que puede resultarle fatal si no abandona la práctica del fútbol. (1)
El Hincha
Estrenada en 1951, esta película en blanco y negro fue dirigida por Manuel Romero, con guión del propio Romero, Julio Porter y el conocido autor de tangos Enrique Santos Discépolo, quien es también el protagonista.
La película es la historia de El Ñato (Discépolo), un trabajador mecánico ya maduro, hincha fanático de fútbol, que encuentra el sentido de su vida en alentar, seguir y colaborar con el club de sus amores, al punto de postergar indefinidamente el casamiento con su eterna novia (Diana Maggi). Para él “primero son los colores del club, después los macaneos amorosos”.
El club se encuentra en problemas y en riesgo de descender. El hincha cree encontrar entonces la solución en Suárez (Mario Passano), un joven y talentoso jugador de las inferiores, que además está de novio con su hermana, y que juega por el sólo placer de jugar, sin ambiciones económicas ni de fama.
Aunque el hincha termina siendo defraudado por la corrupción de los intereses comerciales vinculados al fútbol, vuelve a encontrar en los “pibes” y el “potrero”, la razón de ser del fútbol y de su pasión. Cierra con un irónico monólogo muy recordado sobre el hincha, el fútbol y la vida. (2)
"¿Y para qué trabaja uno si no es para ir los domingos y romperse los pulmones a las tribunas hinchando por un ideal? ¿O es que eso no vale nada?”...¿Que sería del fútbol sin el hincha?...El hincha es todo en la vida..."
La película es la historia de El Ñato (Discépolo), un trabajador mecánico ya maduro, hincha fanático de fútbol, que encuentra el sentido de su vida en alentar, seguir y colaborar con el club de sus amores, al punto de postergar indefinidamente el casamiento con su eterna novia (Diana Maggi). Para él “primero son los colores del club, después los macaneos amorosos”.
El club se encuentra en problemas y en riesgo de descender. El hincha cree encontrar entonces la solución en Suárez (Mario Passano), un joven y talentoso jugador de las inferiores, que además está de novio con su hermana, y que juega por el sólo placer de jugar, sin ambiciones económicas ni de fama.
Aunque el hincha termina siendo defraudado por la corrupción de los intereses comerciales vinculados al fútbol, vuelve a encontrar en los “pibes” y el “potrero”, la razón de ser del fútbol y de su pasión. Cierra con un irónico monólogo muy recordado sobre el hincha, el fútbol y la vida. (2)
"¿Y para qué trabaja uno si no es para ir los domingos y romperse los pulmones a las tribunas hinchando por un ideal? ¿O es que eso no vale nada?”...¿Que sería del fútbol sin el hincha?...El hincha es todo en la vida..."
(1) y (2) Wikipedia en español
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